Entradas

La voz del amor

Imagen
La voz del amor ...Título sugerente, ¿eh? Aquí es cuando cada cual se traslada e imagina el timbre ideal que tendría “su” voz del amor. Sin embargo, voy a romper el encanto y comenzaré este post con algo tan usual y anodino como son las noticias que, a diario, vemos en el Telediario -valga la redundancia-. Ya se ha escrito mucho sobre lo anestesiados que estamos ante los horrores que se suceden constantemente en el mundo, pues estamos acostumbrados a almorzar y cenar con ellos, al mismo tiempo que circulan ante nuestros ojos las imágenes más cruentas de guerras, hambrunas, casos de corrupción o catástrofes naturales. Y así, medio sorprendidos -aunque lo justo- vamos alternando esas terribles noticias con los bocados de nuestro plato. Ése es el escenario diario en todas las casas y, a pesar de la coraza creada a lo largo de los años, hay algo que me sorprende gratamente y no son precisamente esas noticias… Al final del Telediario (me refiero al de TVE 1), cuando ya se ha dado un repaso

Razones para continuar (Cap XVII)

Imagen
CAPÍTULO XVII Faltaban quince minutos para las 20:00 h. y Andrea estaba vestida y maquillada para la fiesta del Instituto Cervantes, aunque a estas alturas no estaba segura de si asistiría. Sabía que tendría que hablar con Arturo y darle explicaciones de su actitud tan poco amigable. Sabía que tendría que ponerlo al día de su pasado en España. Sabía que...tarde o temprano lo desilusionaría...y no quería… -”¡Hola Arturo, qué alegría que hayas venido! ¿Has visto a Andrea? No la veo por ningún sitio”. Preguntó Sofía inocentemente. Se respiraba un ambiente distendido entre los asistentes a la fiesta. Los invitados aportaban un carácter internacional, pues no sólo eran ingleses y españoles los allí presentes, sino personalidades procedentes de distintos países. El tiempo iba pasando y Andrea no aparecía. Arturo tuvo la oportunidad de ser presentado a otras personas y charlaba con unos y con otros de forma distendida aunque siempre alerta para ver si veía a Andrea aparecer en la Sala. Y fue

Razones para continuar (Cap. XVI)

Imagen
CAPÍTULO XVI Eva acababa de finalizar su turno y se dirigía a casa. Se le estaban quedando los pies congelados  en la parada del autobús. Afortundamente, no tuvo que esperar mucho pues llegó enseguida y pudo sentarse, lo que agradeció profundamente. Con el autobús ya en marcha se puso a pensar -mientras quitaba con la mano el vaho de la ventana- cómo había rebajado sus aspiraciones y sus objetivos. Ya se contentaba con encontrar asiento en el autobús y llegar a casa cuanto antes. Las personas caminaban con prisa por la calle sin mirarse los unos a los otros. Y el autobús avanzaba una parada tras otra. Poco a poco se iba sintiendo más cómoda y relajada en la postura que tenía, cuando se metió la mano en el bolsillo del chaquetón para mirar la hora en el teléfono móvil. Y en ese momento vio algo inusual en la pantalla: “Tiene un mensaje nuevo”. Sin pensarlo pulsó el mensaje y se dispuso a escuchar: -”Buenos días, mi nombre es Sofía, del Instituto Cervantes de Londres y estoy intentando h

Razones para continuar (Cap. XV)

Imagen
CAPÍTULO XV Andrea llamó a la puerta antes de entrar en el despacho de Sofía. -”¡Adelante, pasa!” Contestó Sofía al otro lado de la puerta. Entró y vio que estaba reunida con una persona y supuso que era el contacto del Instituto Cervantes de Madrid. Avanzó hacia su mesa en el momento en que Sofía, en tono amigable se dirigía hacia ella: -”¡Hola! Has llegado justo a tiempo. Te presento a Arturo, mi contacto en Madrid. Arturo, ésta es Andrea, la chica de la que te he hablado y que viene a presentarte el proyecto de la obra de teatro para la Clausura del Encuentro”. En el momento en el que sus miradas se cruzaron los dos se quedaron paralizados y perplejos. No podía ser verdad lo que estaban viendo. Sofía estaba inquieta, pues había notado que algo raro estaba pasando pero no adivinaba a saber qué era. Y para romper el hielo, dijo: “¿Ocurre algo? ¿Os conocíais?” -”Sí” contestó Arturo, al mismo tiempo que Andrea dijo: “No”. Ante la incómoda situación, Sofía decidió que lo mejor era empeza

Razones para continuar (Cap. XIV)

Imagen
CAPÍTULO XIV Habían pasado varios meses desde su llegada a Londres y Eva aún seguía de camarera. Desde luego no era eso a lo que ella aspiraba. El sueldo era muy bajo y la vida en Londres excesivamente cara. Aunque se había dado por vencida y había asumido que no encontraría nada mejor, esa mañana tenía una ilusión inusual que la llevó a peregrinar por diferentes sitios para entregar su currículum. Aprovecharía su día libre para recorrer nuevas zonas de Londres por las que aún no se había dejado ver. Como era habitual el día era gris y estaba lloviendo. Pero eso no empañaba su alto estado de ánimo. Así que se puso manos a la obra y salió a la calle. Algo diferente flotaba en el ambiente aunque no sabía de qué se trataba. Tras varias horas pateando la calle comenzaba a acusar el cansancio y el frío y la humedad se estaban haciendo demasiado presentes. Pensaba en dar la vuelta cuando dirigió su mirada hacia arriba y se topó con un imponente edificio del que pendía la bandera de España. -

Razones para continuar (Cap. XIII)

Imagen
(Varios meses después) El sonido del teléfono sobresaltó a Andrea que estaba terminando de vestirse. -“¿Diga?” -“Hola Andrea soy Sofía. Necesito que nos veamos. Me han encargado un trabajo en el Instituto Cervantes y quiero comentártelo porque puede que te interese colaborar con nosotros. ¿Podemos comer juntas y te lo cuento?” -“De acuerdo, aunque no sé en qué podría serte de utilidad. Nos vemos a las 13:30 h en el Italiano de debajo de mi apartamento”. -“Allí estaré. Gracias”. Y colgó el teléfono. Puntualmente llegaron las dos al restaurante a la hora citada y tras un breve y cariñoso saludo entraron en materia. -Verás, estoy organizando un Encuentro entre Profesores de Lengua Española en España y en Londres . Habrá conferencias, mesas redondas, talleres, debates, etc. Y también tengo que organizar un tour guiado por Londres para los que vienen de España. Esto lo estamos trabajando conjuntamente entre el Instituto Cervantes de Londres y Madrid. Como Clausura a este encu